-
Pulsera Árbol de la Vida Oro - Plata - Cobre -
Colgante Yin Yang Separables -
Collar Brillo del Loto -
Collar colgante contra el mal de ojo azul griego turco Matiasma Mataki -
Pendiente Árbol de la Vida -
Collar Árbol de la Vida -
Pulsera de Cuero Árbol de la Vida Hombre -
Brazalete Yin Yang Separado -
Pulsera 7 Chakras En Cuero Hombre Mujer -
Anillo Flor de la Vida Dawapara Mandala -
Collar colgante Árbol de la Vida Mujer -
Pulsera Árbol de la Vida -
Anillo de diamantes contra el mal de ojo azul griego turco Matiasma Mataki -
Pulsera Flor de Loto -
Pulsera 7 Chakras Piedras Verdaderas -
Pulsera Mujer Piedra Natural Violeta Árbol de la Vida -
Pendientes de Mujer Colgantes Flor de Loto Plateados -
Anillo Contra el Mal de Ojo Azul Griego Turco Matiasma Mataki -
Pulsera de Ojo Maligno Azul Estilo Bohemio -
Pulsera Gourmette en Plata Contra el Mal de Ojo Azul Griego Turco Matiasma Mataki -
Anillo Árbol de la Vida para Mujer -
Colgante Árbol de la Vida Oro -
Collar y colgante Árbol de la Vida - Cadena y medallón Mujer Árbol de la Vida -
Colgante Árbol de la Vida Oro Blanco
Una joya yoga no es un simple accesorio: es una extensión de la respiración, una presencia silenciosa que acompaña al practicante en su búsqueda de alineación, claridad y paz interior. Diseñada para ser llevada antes, durante o después de la práctica, actúa como un anclaje energético, un recordatorio del camino personal, una conexión constante con el momento presente.
Las joyas de yoga a menudo integran símbolos sagrados (el Om ॐ, la flor de loto, el mandala, los 7 chakras, la geometría sagrada) así como piedras naturales seleccionadas por su capacidad para apoyar la concentración, la serenidad y la apertura de los centros energéticos. Cada pieza está diseñada para acompañar la respiración, liberar las tensiones y mantener una postura energética estable.
Ya sea que se practique Hatha, Vinyasa o meditación silenciosa, la joya de yoga es un compañero discreto, espiritual y poderoso. Favorece la armonía del cuerpo y la mente, apoya la intención puesta en el tapete, y recuerda a quien la lleva que la paz no se alcanza, se cultiva.