El anillo de meditación es un anillo de introspección y recentramiento. Acompaña el gesto meditativo, pero también la vida cotidiana, trayendo de vuelta a uno mismo en cualquier momento. Su forma circular simboliza la eternidad, el aliento, el regreso al silencio.
Puede ser giratorio (estilo spinner ring) o decorado con símbolos como el Om, el loto, mantras o grabados sagrados. Fabricado en plata, acero o latón, también puede estar engastado con piedras calmantes como la amatista, la labradorita o la piedra de luna.
Llevar un anillo de meditación es elegir habitar el instante, cultivar la plena conciencia y no perderse en el ruido. Es una herramienta discreta y poderosa para anclarse en la calma en un mundo agitado.