Nuestros collares Cauri celebran la riqueza cultural, la memoria oceánica y la suavidad de la arena bajo los pies. A través de sus líneas, texturas y detalles, cuentan historias de islas lejanas, de pueblos nómadas y de tradiciones olvidadas.
Montados en cadena metálica, enlace trenzado o cuerda de cáñamo, los collares pueden lucir un cauri central, una franja de conchas o una combinación de símbolos marinos y místicos. Los acabados pueden ir desde el oro envejecido hasta la plata patinada, y algunos modelos integran piedras volcánicas, perlas naturales o cuero crudo, para un efecto aún más étnico.
El collar Cauri es una joya de identidad: puede marcar un viaje, un regreso a las raíces, o simplemente honrar los elementos — el mar, el viento, la tierra, el fuego interior. También es un magnífico homenaje al alma femenina, fuerte y sensible.